Sorpresas.

Tengo que decir que a mis, casi, 31 años no me gustan demasiado.

Vamos a ver, no es que no me gusten… Es que me angustia no tener bajo control la situación, me desconcierta desconocer cómo se van a desarrollar los acontecimientos y sufro forzando en vez de relajarme y disfrutar.

Ayer salía yo dolorida del maldito dentista… y eso que casi no me tocó, cuando llegó un mensaje del soltero, entero y con perro (al que le voy a tener que cambiar la denominación de origen, que se me hace largo) proponiéndome tomar una birra, pero una birra en serio, sin nada de sexo entre líneas.  Algo así como una cita.

Algo no me acababa de cuadrar en la situación pero rauda me subí en mi pequeño utilitario y pasé a recogerlo… Es todo un señor que usa muchachas para que le hagan de taxistas… pero bueno. Paseamos por un par de calles cuando estalla en un…

Por aquí está el estudio de mi amiga… (su amiga la de los piercings) y horror! Me quedé tiesita como un palo. Hace años que quiero perforarme la nariz pero me daba tantísimo pavor que al final lo acababa dejando pasar.

Vamos?

Vamos…Y allí estaba yo en aquel cálido local lleno de gente sonriente, rígida como una tabla, tímida y muda… Con los ojos muy abiertos. Yo le miraba de reojo a él mientras charloteaba con su amiga, una personita adorable que me trató de la manera más dulce y cariñosa del mundo, y bromeaban de sus cosas. Yo sentía como me palpitaba la sien… respira profundo… suelta despacito y…

Ahí está... quince años después... un pequeño cristal brilla en mi nariz...El primer brillo que me dice que los 31 van a ser una joya... seguro :)

Para rematar una cerveza artesana en La Micro y unas bravitas... y unos miles de ¡¡Llevo un piercing!! Un sitio bonito, cuidado y muy acogedor. Repito, seguro!

A ti, que casi me llevas de la manita a perforarme, que me llevaste más tarde a beber cerveza para que se me pasase el enfado, que me pellizcas las piernas y me medio abrazas en medio de las ventoleras nocturnas y me haces regalos de cumpleaños inesperados... Querido y odiado... Que me llamas petita, entre otras muchas más cosas, para hacerme sonreír... Gracias por este regalazo! y todos los demás!