Volver no siempre es difícil, mis pequeños bastardos.
Esta semana volví al trabajo después de las cortas vacaciones.
Pero, a diferencia de otros años, no fue nada traumático, ni tuve ese Jet Lag
post-vacacional, ni se me hizo un mundo volver a pisar la oficina.
Llegué con el bolso carga de sonrisas, recuerdos, regalos
para los compañeros y la promesa de una noche loca con vino y jazz… Que más se
le puede pedir a un lunes?
Pero empecemos por el principio… Lo primero que encontré al
llegar fue esto:
Hacedora me recibió adornando mi mesa con amor y una foto de
las tres Marías en el Parc de la Ciutadella de Barcelona ( Os dejo aquí la
historia, por si os hace ver la clase de pavadas que hacemos constantemente)
Lo segundo fue un regalito llegado de Menorca en forma de
pulsera, cortesía de uno de mis chicos que últimamente recala en la oficina.
Lo tercero, y más inesperado, una cesta llena de cositas con
buen olor y carmín y esmalte rojo puta. Sonia, con quien pasé una semana en
Bilbao, con quien fui a la playa justo el día de antes, con la que cuento
cuando me vengo abajo, con la que río cuando creo que no tengo motivos, con la
que trasnocho porque me ha pegado el insomnio… Ella.
Rematé el día con una noche llena de brindis y risas desde el suelo de mi balcón, entre cojines, velas, jazz y nicotina. Aun que no se que camino tomará la historia con Mr. P. no me puedo quejar del broche al lunes...
Que me quiten lo follao bailao!
jajjajajaja Olé!!!!
ResponderEliminarOhhhh q bonito...nena menos mal q no estoy menstruando pq estaría a moco perdido!!!! L verdad es q hemos hecho un grupo muy ... como dirían en Bilbao, de la hostia!!!!....y venir a trabajar no es tan duro pq las risas están garantizadas, bienvenida al mundo del insomnio aunque no creo q sea Sonia quién te lo ha pegado sino las neuras continuas con Mr. P
ResponderEliminarDos días más y se me pasa la neura... Como si lo viera.
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