Eso son, mis queridos bastardos, el número de registros que
borre anoche de mi agenda.
Sin miramientos y sin pensármelo demasiado. Y es que he decidido, después de una charla con
mi émpata (no, no es un mutante, que podría, pero no. Otro día profundizaré en
él), que las limitaciones que padezco me las autoimpongo por pánico a
evolucionar.
Corren tiempos difíciles y las personas cada vez somos más frágiles…
Porque nos lo permitimos en vez de obligarnos a nosotros mismos a alzarnos
entre esta montaña de mierda que nos rodea.
Soy mi propio límite y he caído derrotada por ello. Y aunque
hoy arrastro mis pasos, mañana voy a luchar de nuevo.
Y, volviendo a los números de teléfono eliminados, ya van
dos Sin Nombre que, por obra y gracia, me han escrito desde anoche. ¿Acaso lo
huelen o acaso me leen de forma furtiva intentando analizar estas cosas que
aquí plasmo?
Whatever…
Ni he guardado de nuevo los números ni me he hecho la
simpática… porque…
Va siendo hora de hacer perder culos.
esa es tu agenda? Aún usas agenda de papel?
ResponderEliminarmola