Besos

Creo que hemos perdido el placer de ese primer contacto llamado beso. Ese primer beso que era la antesala al gran salón.

Personalmente, a mí, me cautivan. Esos besos  me hacen pensar en un poema, de Bécquer, que hace siete años ya que me acompaña:

"Dos rojas lenguas de fuego
Que a un mismo tronco enlazadas
Se aproximan, y al besarse
Forman una sola llama."

El poema entero aquí.

Esos besos que encienden, que te hacen cerrar los ojos y ver esos chisporroteos neurológicos en forma de pequeñas estrellas fugaces en la penumbra.  Esos besos que acaban sincronizando un par de cuerpos en el vaivén de saliva mientras los dedos abren paso a la piel con la piel.  Esos besos traviesos que ya no sabes si son lametones o mordiscos que suelen acabar en alguna que otra risa. Esos besos que asalvajan las lenguas y provocan esa sed insaciable de más. Esos besos que, ¡Claro que sí!, acaban entre las piernas.

Esos besos, no sé por qué, se están perdiendo. Que sí, que el folleteo está genial,  que hay tíos que son una maravilla en la cama, insaciables, generosos o bestias pardas (que diría una que yo me sé) pero, para mí, si no besan en condiciones… Ya se me viene un poco abajo el revolcón. Por muchos orgasmos, gemidos, porrazos del cabezal contra la pared o calambres por todo el cuerpo, si no comen igual de bien arriba y abajo… malo. No malo del todo, pero si medio malo.

Ojo, igual es un tópico que yo misma me he creado, pero yo creo que a las chicas nos mola que nos den esos besos nuqueros, que digo yo. De esos de mano en la nuca y apretón sorpresivo contra otro cuerpo, con mano firme en el cachete y deshielo de cualquier polo posible. De esos de como me abras la puerta te voy a empotrar contra la pared del recibidor y te voy a agarrar una teta como si no hubiese mañana. 
Que de los interminables, dulces y tiernos besos de sofá, amaneceres, paseos o baños en la playa vamos servidas, que de vez en cuando están bien, sí, pero un poquito de caña nos pone fácilmente a tono.

Por lo que llego a la conclusión de que, definitivamente, el conjunto es lo que importa, prestar atención a cada movimiento es parte de la estrategia y que follar no es todo meter.

Y como la cosa va de que soy muy, pero muy mucho, fan de los besos, ayer en mi paseo por Barcelona hice una parada en el Fantastick Bazar y me agencié de esta maravilla (entre otras cosillas molonas más):

Si tenéis oportunidad de visitar la tienda... es una verdadera delicia.

Besos (nunca mejor dicho)!