Seducción

Y es que, bastardetes míos, días atrás me di cuenta de que quizá sea yo la que está cayendo en las redes de la seducción, así sea propia, mutua o ajena.

Aunque sea en monodosis, me estoy dejando arrastrar por esa sensación, aunque sea a ratos, a tardes o a medias noches. Y, aunque sea a ratos, me deleito disfrutando de esa sensación. Se que es lo que quiero sentir, aunque sea a cachitos, pedacitos o sorbitos.

Aunque sea a medias noches, me gusta sentir esa nostalgia al darme la vuelta en la cama y no tener(te) a mano, a brazos, a piernas... a lo que sea.

Aunque sea a sorbitos de un par de cervezas compartidas, que provocan en mi esa divertida reacción de reírme por todo, hasta por los piropos. O que barren cualquier resto de vergüenza que pueda quedar en mi para  bailar cantando o cantar bailando lo más dulce de Sol Lagarto o para decir(te) que no te vistas, que no sales.

Me siento divertida de verme en ese estado a ratos. Para luego seguir sin más. Siento que, admitiendo esa parte tierna que hace que tenga la piel más tersa, me acepto y quiero más a mi misma por lo que soy y pierdo el miedo a la incertidumbre y a la equivocación.

























Me siento bien dejándome ser pensando menos.

Las fiestas bien, gracias, ya queda menos para que pasen.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

copyright © . all rights reserved. designed by Color and Code

grid layout coding by helpblogger.com