Desorientos.

Parpadeó, apostada en la puerta del balcón, y dijo:

"Me desorienta tu ternura, esa que me provoca el instinto de pedirte que te quedes a dormir.

Me desorienta que tu nariz, helada por el trayecto, roce mi cuello pero tarden nuestras bocas en encontrarse, para romper en esa conjunción de lenguas y mordiscos perfectos.

Me desorientan tus ojos agazapados cuando recorro tus labios con mis dedos de paso, tus suspiros cuando acaricio tu cabeza y me pierdo por tu espalda, que ahogues un gruñido placentero con docenas de besos dulces.

Me desorienta que aún a sabiendas de que la arcada de mi columna es, por completo, culpa tuya, sigas buscando la forma de hacer que sienta más  y la sonrisa que se dibuja en tu cara, cuando vuelvo, que precede al “Hola” que hace que me pierda de nuevo.

Me desorienta que recuerdes cada una de esas estrellas y que las unas formando constelaciones que me ciegan, que sonrías mirándome mientras tirito, que tu voz me de esa calma que casi me empuja a hundirme en tu pecho para dormirme con tu olor.

Me desorienta sentir sin sentido, no sentir o sentirte, todo de golpe, todo y nada."

Tragó saliva silenciosa, sonrió y dejó que las historias que él contaba silenciasen sus palabras agolpadas en algún punto entre su cerebro y su corazón... Pero unos días después, se le pasó.




Hoy, el microcuento 1.0 me dijo que estaba listo para volar en libertad, por que todas las historias son bonitas... Sean como sean.


"Y la seducción de tu imaginación
me partieron la cara y también el corazón"

Los Petit Fellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

copyright © . all rights reserved. designed by Color and Code

grid layout coding by helpblogger.com