Creo.

El creo de creer que no de crear, es esa duda autoimpuesta para darle a algo menos importancia de la que realmente le damos.

Y creo que el 75% de los que crean no se enteran de la misa la mitad. 

Sí, bastardetes míos, los últimos creativos que han pasado por mi camino usan ese don para hundirse en su propio mundo de drama y silencio. ¿Por qué? Pues porque son igual de temerosos y asustadizos que el resto de los mortales, pero en vez de pelear a la realidad de forma activa y productiva lo que hacen es hundirse en su cueva (por no decir que se obcecan en sus pajas mentales e involucionan en vez de evolucionar).
Y, curiosamente, son el perfil de tío que más me gusta. Gustaba. Gustará. Yo que sé. La cuestión es que ya han pasado algo más de dos semanas de mi cita con uno de ellos, o dos, a veces pierdo un poco la noción del tiempo (Y la churriagenda está perdida entre miles de láminas, recortes, arcilla polimérica, lazos y raso), y como patrón de conducta, después de soltarme un par de obscenidades después del día de cerveza y risas (Cosas así como: no quisiera que pensases que no te hubiese follado allí mismo o me quedé con las ganas de echarte un buen polvo), se sumió en el silencio utilizando un par de muletillas: “Me has conocido en una época complicada” o “A veces necesito aislarme de todo”.

Ding, ding, ding, ding!

Como si del Final Round se tratase los declaré a todos perdedores del combate. Porque está vez gano YO. Esta vez soy yo la que alza el brazo para proclamarse vencedora ante ellos. Hasta aquí hemos llegado.


Para pajas mentales tengo las mías, y las de la gente que me importa de verdad, y bastante tengo con lidiar yo con ellas cada día y cada noche, como para estar intentando ganarme el título de Patrona de las causas perdidas. Así que si con esta edad aún estamos con pavadas de ese calibre va a ser que voy a ir cambiando de registro.

Bueno, es más, el cambio realmente empezó hace unos días… Pero eso es otra historia.
Así que, creativos o no, no more mental fappers.


Y que sea lo que los dioses quieran con este post, porque la que me puede caer, puede ser bonica, pero creo de creer, creo de crear y me encanta el contacto humano, constante, afectivo, enriquecedor y carnal.


3 comentarios:

  1. La inseguridad es la base del hundimiento moral. La creencia es la base de la ignorancia moral (porque creemos que sabemos, pero no sabemos lo que creemos).

    Mantén las gafas relajadas. Ciao ciao!

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  2. Yo creo que sé poco, pero estoy segura de que más de uno (y una) saben menos!

    Me alegra tener noticias tuyas, Tití!

    Besucos!

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  3. ¡Desde luego! Hay niveles siempre, como en todo. Mal de muchos consuelo de pocos, suelen decir por ahí en los bares.

    Algún día tenía que volver a aparecer por estos lares, como los sujetos de los que hablas de vez en cuando que revolotean por fases

    Besos!

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