Citas.

Aww! Mis queridos bastardos...

Ese misterioso mundo de las citas... Que se convierte en un maldito barrizal cuando llevas años sin practicar. Hay tantas citas como tipo de hombres podemos encontrar. Pero voy a empezar por una de esas que me gustan especialmente. Las vamos a llamar Citas Nifli.

Y es que quedas con el tipo en cuestión y piensas: Ni Flipando me como este rosco. Ni Flipando voy a engañar yo a este para tenerlo entre mis piernas que me bese. Ni Flipando me va a dar contra el ropero hasta llegar a Narnia... y demás.

Así que te dedicas la cita a ser tu misma, a reír y a hacer cosas estúpidas como si fuese un colega más del barrio, de esos con los que te bajabas a comer pipas (Si, eramos de pipas, porque lo de los porros se nos daba fatal, que de eso, ya hablaremos otro día.). Después de un par de birras y una cena humilde en algún chino o kebab de la zona llega el momento del recogimiento.

Y se lanza al beso. EL, se lanza a besarte y, TU, le haces la cobra.




Y piensas.. ¡¿Venga ya!? ¿ Porqué me acabo de apartar si es lo que he querido que pase desde hace horas? La cara del amigo puede ser épica, pero la tuya... La tuya, querida, quedará para los anales de la historia reflejada junto a miles de otras homólogas en la sección de Losers.

Si tienes suerte podrás ponerle remedio y salir airosa de la situación pero lo más normal es que te manden a casa con las ganas y arrastrando la cara por el suelo para llegar a tu cama con las rodillas sangrando como penitencia ante tu error...

Tanta hambre por el mundo y tu despreciando roscos.

Yo, personalmente, he sido una chica con suerte, he salido airosa de varias cobras propias sin sentido pero... No pienso tentar más a mi suerte.

Ya sabéis, no more cobras!


8 comentarios:

  1. Eres muy grande escribiendo con esa ironía que te caracteriza, el concepto NIFLI me ha encantado xD Lo divertido que son los Niflis cuando los consigues y te quedas flipando como si te tocara la lotería. ¿Qué tengo yo? jajajajaj Lo de la cobra fijo que te pasa por simple impulso a no esperártelo, o porque no te mola muy en el fondo y no tienes deseos de que te plante un beso. Me ha encantado la entrada jajaja

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    1. Lo peor de todo es que si tienes ese deseo, pero a veces, la inseguridad y la incredulidad juegan malas pasadas. Y te sale una L gigante en la frente y la gente te grita por la calle: L O S E R ! ! ! ! xDDD

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  2. jajajaj me ha encantado lo de Nifli ... pero creo que la cobra no te ha ido tan mal cómo habías imaginado ;)

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    1. Como crees que ha seguido la historia entonces? :P

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  3. Lo mejor es cuando puedes creer que un chico será un Nifli y, de repente, te quedas con las ganas. Ahí es cuando surgen las Ahites. "Ahí te quedas, bonita". Otro fenómeno digno de estudio también (y ciertamente placentero para los hombres, la verdad).

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    1. Tití!! Vamos a tener que hacer un blog respuesta a Soltera, Entera y Sin gatos eh!

      Comprendo perfectamente los Ahítes... Pero no siempre son producidos por que la cobra en cuestión sea una altiva, prepotente y estúpida reina del baile eh... A veces las inseguridades son las que hacen pupita a nuestra mente y a nuestros corazones!

      Muacks!!

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    2. No todo el monte es diva.

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  4. pues yo creo que la historia acabó cómo debía, empotrada contra la pared de casa y sexo loco y desenfrenado

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