Apetito.



"Soy una mujer valiosa, confiada, auténtica y sabia. De lo que suceda aprenderé algo. Sé que el universo es sabio y todo es para bien. Por eso me quiero y sé que merezco ser feliz."

Ese es el consejo que me ha dado mi terapeutamiga.

Pero, mis queridos bastardos, estoy hecha un manojo de nervios, nervios de esos que martillean la cabeza, te giran el estómago y te hacen sentir una constante sensación de vértigo. Que en vez de nervios parece que esté a punto de sufrir un parraque, un colapso psicosexual, un ataque de pánico de esos que hacen historia, un episodio de hiperventilación traumática…

Y… ¿lo que mola? Esos sentimientos irrefrenables que te hacen sentir viva, esa excitación que te activa hasta ante el más pequeño de los contactos, esas mejillas ruborizadas que señalas con una caída de ojos entre tierna y pícara…

Señores, el verano está aquí, y la que niegue el aumento de apetito… MIENTE.



Y yo tengo más hambre que el perro de un ciego,


Ahí lo dejo.

1 comentario:

  1. Jajajaja mañ te llevo un bocata de pavo aunque creo q hoy te comerás uno de jabugo

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